
Los Sistemas de Navegación Global por Satélite (GNSS) permiten obtener la posición precisa de un usuario a través de dispositivos como teléfonos móviles, vehículos u otros receptores más sofisticados. La evolución que han experimentado las comunicaciones en los últimos años, así como la necesidad de geolocalizar y sincronizar los servicios que utilizamos en nuestro día (transporte, banca, energía o defensa, entre otros) ha provocado que el desarrollo de tecnología GNSS sea una necesidad estratégica a escala global y nacional.
Europa ha dado respuesta a esta necesidad con el programa Galileo, que ofrece un posicionamiento preciso a escala global gracias al despliegue de una avanzada infraestructura espacial monitorizada desde tierra. No obstante, algunas aplicaciones críticas, como pueden ser las ligadas al transporte, requieren además que el sistema garantice que la información que envía es íntegra. Para cubrir esta necesidad de integridad en el posicionamiento, aparecen los sistemas de aumentación, en donde Europa también ha aportado su solución con el desarrollo del programa EGNOS.
Galileo y EGNOS son sistemas civiles orientados a dar respuestas a las necesidades de los ciudadanos. En cuanto a los campos de aplicación, en un primer momento se orientó al ámbito del transporte, pero posteriormente a medida que la tecnología ha ido avanzando, se han identificado nuevos campos de aplicación muy variados.
El programa Galileo coexiste con otros programas y soluciones llevadas a cabo por otros países que buscan también una posición estratégica en materia de posicionamiento global.
Por esta razón, el programa Galileo contribuye a la independencia operacional, estratégica y política de la Unión, al proporcionar un posicionamiento preciso totalmente independiente del de los otros sistemas no europeos, evitando así depender de la voluntad de otros Gobiernos. Con todo, además de ser un sistema capaz de funcionar de forma independiente –que se consigue gracias a la utilización de tecnología 100 % europea-, Galileo es interoperable con otros sistemas GNSS existentes.
Además, gracias a Galileo, la Unión Europea dispone de plena autonomía en el desarrollo de sus misiones militares y civiles, y cuenta para ello con la tecnología más avanzada del momento.
Un elemento diferenciador del programa Galileo respecto a sus homólogos internacionales y que lo hace referente mundial en materia de innovación es el gran abanico de servicios que proporciona. Estos servicios van desde el posicionamiento preciso en tiempo real, la encriptación de señales que aumentan la seguridad y la robustez en las aplicaciones de carácter crítico, hasta su utilización en aplicaciones de emergencia por su integración dentro de otros sistemas como COSPAS-SARSAT. Galileo, en combinación con EGNOS, será un elemento fundamental para la navegación aérea y marítima, permitiendo realizar operaciones en condiciones de meteorología adversa o baja visibilidad que no serían posibles sin estos sistemas. También se utilizan en aplicaciones de pago por uso de infraestructuras, así como para la operación de drones. En un futuro muy cercano, la precisión y fiabilidad de Galileo van a ser indispensables para el desarrollo de todo tipo de vehículos autónomos (incluyendo coches, aviones y barcos sin tripulación), así como para el despliegue de redes inteligentes de transporte.
Entre los servicios ofrecidos cabe destacar también que Galileo proporciona señales de tiempo y frecuencia extraordinariamente precisas, similares al de los relojes atómicos. Estas señales son fundamentales para la sincronización de infraestructuras críticas, incluyendo redes eléctricas y sistemas de comunicaciones. Los sistemas financieros también utilizan Galileo y otros sistemas GNSS para la sincronización de sus operaciones.
Como novedad, Galileo está desarrollando un servicio de alertas geolocalizadas a la población, que permitirá avisar de catástrofes naturales o artificiales a las personas que se encuentren en las inmediaciones de la zona afectada.
En la actualidad, varios de los servicios previstos del programa ya se encuentran plenamente operativos, estando otros en fases de testeo y validación. Además, se proporcionan con diferentes niveles de acceso con el fin de garantizar la fiabilidad y la seguridad del sistema y sus aplicaciones. Cabe destacar que todos los servicios de Galileo se prestarán a escala global.
El programa Galileo estimula la innovación tecnológica y la investigación, contribuyendo a la creación de nuevos productos y servicios que a su vez favorecen el empleo y que impulsan el desarrollo económico. En este contexto, y teniendo en cuenta el carácter estratégico del programa Galileo, la Comisión Europea está promoviendo el desarrollo de aplicaciones basadas en esta tecnología que ofrezca un valor añadido a los países de la unión.
En España, el desarrollo, despliegue y explotación de los sistemas GNSS ha supuesto un crecimiento para la industria espacial española como demuestra la participación de un buen número de empresas desde sus fases iniciales (Airbus Defence and Space, Alter Technology, Crisa, Elecnor Deimos, GMV, GTD, Iberespacio, Indra, Sener, Tecnalia, Thales Alenia Space España, Tryo Aeroespace). Estas empresas desarrollan y suministran sistemas, unidades electrónicas y estaciones para los segmentos espacial y terreno de los programas EGNOS y Galileo.
La prestación de los servicios del programa de Galileo se basa en una arquitectura desplegada en el espacio (segmento espacial) formada por constelaciones de satélites artificiales monitorizados y controlados desde una potente infraestructura en tierra (segmento terreno).
Esta infraestructura en tierra se compone de diversos Centros físicos, repartidos en varios países de la Unión Europea.
España alberga en su territorio un gran número de infraestructuras terrenas de Galileo. De hecho, España es el país de la Unión Europea con mayor número de infraestructuras de navegación por satélite en su territorio. Esto está permitiendo afianzar un polo de actividad en torno a los sistemas de navegación por satélite europeos, aportando numerosos beneficios a la industria nacional, y situando a España en una posición estratégica del Programa Espacial.
En concreto, en España, se albergan dos de las instalaciones fundamentales para la prestación de los servicios de Galileo:
- GNSS Service Centre (GSC)
Ubicado en las instalaciones del INTA en Torrejón de Ardoz (Madrid), el GSC constituye el interfaz único del Programa Galileo con los usuarios de todos los servicios (a excepción del Servicio Púbico Regulado, PRS), incluyendo servicios punteros como el de autenticación (OSNMA) o el de alta precisión (HAS).
El GSC en la actualidad es una infraestructura del sector terrestre totalmente acreditada y en operación 24/7, encargada de proporcionar datos útiles a los usuarios, información programática, servicios de notificaciones en tiempo real (como, por ejemplo, cambios en los satélites que puedan derivar en degradaciones de prestaciones a nivel usuario), servicio de atención a los usuarios, información para desarrolladores, noticias relacionadas con Galileo o GNSS, documentación oficial del Programa, tareas de adopción y promoción, etc.
Además, cabe destacar el rol del GSC en la generación de correcciones del servicio de alta precisión (High Accuracy Service) y en la operación y mantenimiento de la infraestructura del servicio de autenticación (Open Service Navigation Message Authentication).
El GSC es un Centro activo y en constante evolución, y su valor estratégico para España es de gran importancia.
- Galileo Security Monitoring Centre (GSMC) back-up
Se trata de una infraestructura crítica alojada en las instalaciones del INTA – La Marañosa (Madrid), y clave para garantizar la seguridad de Galileo (actúa en relación con las amenazas de seguridad, alertas y el estado operativo de los componentes del sistema). El compromiso de España para esta instalación finalizó con la entrega, en primer lugar, del edificio E2 y posteriormente, del edificio E6. El Edificio E6 incluye una de las jaulas de Faraday más grandes de toda Europa.
Albergar el GSMC está aportando importantes ventajas estratégicas para España de posicionamiento en el programa, de apoyo a la participación industrial española en contratos de alto valor tecnológico, y de desarrollo y consolidación de conocimiento y tecnología nacional en el área de seguridad.